¿Quién no ha empezado con un beso en los labios que ha seguido por la comisura, el cuello, la oreja…? Viajar por el cuerpo del otro hace que el deseo aumente. Sorpréndele y cambia las direcciones, haz que desee que vayas a un sitio rápidamente pero llega despacio…
Beso palpitante
Dar mil besos en los labios, su comisura… Es un comienzo dulce que suele desencadenar en besos cada vez más apasionados. Juega a distanciarte cuando quiera ir más rápido y marca tú el ritmo. Le encantará.
En este beso las bocas se unen en un único espacio, las lenguas se entrelazan y te conviertes en una exploradora. Siguen los mordiscos en el labio inferior, los frenos y los acelerones que hacen que no quieras separarte… Eso sí, no se trata de hacer una limpieza bucal, así que ojo.
¿Quién no ha soñado con un beso de película? Mientras se besa, se inclina al otro hacia atrás, como invitándolo a estar más cómodo. Este tipo de beso se impuso en las películas de los años 50 y se convirtió en un clásico del cine.
Este beso normalmente está reservado para el despertar porque es una manera de dar los buenos días con cariño y suavidad. Sin embargo, es una excelente manera de despertar, no sólo después del sueño, sino también el apetito sexual. Se da en las sienes, cerca del nacimiento del pelo y, si son varios y el chico está por la labor, puede gustar demasiado y dar la bienvenida a otro tipo de besos.
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